Comentario
Cómo paró por hablar a los naturales de la tierra de aquel puerto
A 12 días del mes llegó a otro puerto que se dice Itaqui, en el cual hizo surgir y parar los bergantines por hablar a los naturales del puerto, que son guaraníes y vasallos de Su Majestad; y el mismo día vinieron al puerto gran número de indios cargados de bastimentos para la gente, y con ellos sus principales, a los cuales el gobernador dio cuenta, como a los pasados, cómo iba a hacer el descubrimiento de la tierra, y que en el entretanto que volvía, les rogaba y mandaba que tuviesen mucha paz y concordia con los cristianos españoles que quedaban en la ciudad de la Ascensión; y demás de pagarles los bastimentos que habían traído, dio y repartió entre los más principales y los demás sus parientes muchos rescates graciosos, de lo cual ellos quedaron muy contentos y bien pagados; estuvo con ellos aquí dos días, y el mismo día se partió y llegó otro día a otro puerto que llaman Itaqui, y pasó por él, y fue a surgir al puerto que dicen de Guazani, que es el que se había levantado con Tabere para hacernos la guerra que he dicho, los cuales vivían en paz y concordia; y luego como supieron que estaba allí, vinieron a ver al gobernador, con muchos indios, otros de su liga y parcialidad, los cuales el gobernador recebió con mucho amor, porque cumplían las paces que habían hecho, y toda la gente que con ellos venía venían alegres y seguros, porque esto dos, estando en nuestra paz y amistad, con tenerlos a ellos solos, toda la tierra estaba segura y quedaba pacífica; y otro día que vinieron les mostró mucho amor y les dio muchos rescates graciosos, y lo mismo hizo con sus parientes y amigos, demás de pagar los bastimentos a todos aquellos que los trujeron; de manera que ellos quedaron contentos; y como ellos son la cabeza principal de los naturales de aquella tierra, el gobernador les habló lo más amorosamente que pudo, y les encomendó y rogó que se acordasen de tener en paz y concordia toda aquella tierra, y tuviesen cuidado de servir y visitar a los españoles cristianos que quedaban en la ciudad de la Ascensión, y siempre obedeciesen los mandamientos que mandasen de nombre de Su Majestad; a lo cual respondieron que después que ellos habían hecho la paz y tornado a dar la obediencia a Su Majestad estaban determinados de lo guardar y hacer ansí, como él lo vería; y para que más se creyese de ellos, que el Tabere quería ir con él, como hombre más usado en la guerra, y que el Guazani convenía que quedase en la tierra en guarda de ella, para que siempre estuviese en paz y concordia; y el gobernador le paresció bien y tuvo en mucho su ofrescimiento, porque le paresció que era, buena prenda para que cumplieran lo que ofrescían, y la tierra quedaba muy pacífica y segura con ir Tabere en su compañía, y él se lo agradeció mucho, y aceptó su idea, y le dio más rescates que a otro ninguno de los principales de aquel río; y es cierto que teniendo a éste contento toda la tierra quedaría en paz y no se osaría levantar ninguno, de miedo dél; y encomendó a Guazani mucho los cristianos, y él lo prometió de lo hacer y cumplir como se lo prometía; y así, estuvo allí cuatro días hablándolos, contentándolos y dándoles de lo que llevaba, con que los dejó muy contentos. Estándose despachando en este puerto, se le murió el caballo al factor Pedro Dorantes; y dijo al gobernador que no se le hallaba en disposición para seguir el descubrimiento y conquista de la dicha provincia sin caballo; por tanto, que él se quería volver a la ciudad de la Ascensión, y que en su lugar dejaba y nombraba, para que sirviese en el oficio de factor, a su hijo Pedro Dorantes, el cual por el gobernador y por el contador, que iba en su compañía, fue recebido y admitido al oficio de factor, para que se hallase en el descubrimiento y conquista en lugar de su padre; y así, se partió en su compañía el dicho Tabere (indio principal), con hasta treinta indios parientes y criados suyos, en tres canoas. El gobernador se hizo a la vela del puerto de Guazani, fue navegando por el río del Paraguay arriba, y viernes 24 días del mes de septiembre llegó al puerto que dicen de Ipananie, en el cual mandó surgir y parar los bergantines, así para hablar a los indios naturales de esta tierra, que son vasallos de Su Majestad, como porque le informaron que entre los indios del puerto estaba uno de la generación de los guaraníes, que había estado captivo mucho tiempo en poder de los indios payaguaes, y sabía su lengua, y sabía su tierra y asiento donde tenían sus pueblos, y por lo traer consigo para hablar con los indios payaguaes, que fueron los que mataron a Juan de Ayolas, y cristianos, y por vía de paz haber de ellos el oro y plata que le tomaron y robaron; y como llegó al puerto, luego salieron los naturales dél con mucho placer, cargados de muchos bastimentos, y el gobernador los recebió e hizo buenos tratamientos, y les mandó pagar todo lo que trujeron, y a los indios principales les dio graciosamente muchos rescates; y habiendo hablado y platicado con ellos, les dijo la necesidad que tenía del indio que había sido captivo de los indios payaguaes, para lo llevar por lengua e intérprete de los indios, para los atraer a paz y concordia, y para que encaminase el armada donde tenía asentados sus pueblos; los cuales indios luego enviaron por la tierra adentro a ciertos lugares de indios a llamar el indio con gran diligencia.